La práctica del Yoga me ha ayudado en muchísimos aspectos y en tantos momentos difíciles de mi vida. Deseo que haga lo mismo para ti.
Pilar Lozano Galarza
Un buen día decidí probar una clase de yoga. Tendría entonces unos 25 años. El médico me había recomendado hacer algo para ganar flexibilidad y aliviar mis continuos dolores de espalda. Mi primera experiencia fue bastante frustrante. Todos a mi alrededor se doblaban adelante y atrás con una facilidad asombrosa y por si fuera poco la profesora nos invitaba a relajarnos mientras en mí la tensión crecía a la par que mi frustración. Salí de aquella clase con una idea clara: El yoga era para personas flexibles que se relajaban con facilidad y que desde luego no era para mí.
Un par de años más tarde me invitaron a una clase en el instituto de Yoga Iyengar de Amsterdam. Recuerdo que esta vez la profesora iba adaptando las posturas a las necesidades y limitaciones de cada uno y nos daba instrucciones de como progresar. Salí de allí sintiendo que había trabajado todo mi cuerpo, mi mente estaba serena y me sentía muy a gusto. La clase había sido un reto pero me sentía capaz y con muchas ganas de volver y seguir esforzándome por mejorar.
A la vez que sentía como las clases me estaban ayudando en tantos aspectos de mi vida, observaba fascinada como el yoga iba poco a poco transformando a mis compañeros. Fue este poder transformador que me motivó más adelante a formarme como profesora para poder ayudar a otras personas. Llevo unos 20 años practicando yoga y algo más de 15 años compartiendo los beneficios de esta poderosa herramienta. En la actualidad continuo investigando, formándome e inspirándome a través convenciones, congresos y cursos con otros maestros, a través de mi propria práctica y a través de mis alumnos. Te invito a que visites este enlace para ampliar información sobre mi trayectoria en el yoga.
¿Qué es el yoga para mí?
El yoga es un gran tesoro que tuve la gran fortuna de encontrar por el camino y que se ha convertido en mi mejor compañero de viaje. Sean cuales sean mis circunstancias o mi dolor ya sea físico, mental o emocional, practicar yoga me hace sentir mejor.
Desde la capa más superficial a la más profunda siento como si todas las piezas que forman parte de mi se fuesen colocando en su sitio, sintiéndome más alineada conmigo misma y con lo que me rodea. Practicar yoga me ayuda a estar más centrada, estable, fuerte y a la vez ágil, despierta y serena, grande, confiada, segura, capaz…
Doy gracias al yoga cada día, esos días que me duele la espalda y practicando yoga me libero del dolor, esos días que me falta la energía y salgo de la esterilla recargada, esos días que me siento deprimida y después de practicar veo las cosas con optimismo y también esos días que aun sintiéndome mal elijo no practicar por pereza pero tengo la confianza y tranquilidad que cuando decida practicar me voy a sentir mejor.
El yoga me ha enseñado que la felicidad plena es posible. Para mi es una sensación de bienestar incondicional, que brota de lo más profundo de nuestro ser como una fuente inagotable. No depende de las circunstancias que nos rodean, ni de lo que tenemos, carecemos o perdemos. Depende tan solo de nuestra actitud. La práctica del Yoga me ha enseñado a confiar que tenemos siempre a nuestro alcance una gran llave maestra. Depende de nuestra práctica aprender a manejarla.
Testimonios
Principalmente gane calidad de vida, antes siempre estaba con dolores lumbares y contracturas en los hombros por mi profesión y ahora apenas me acuerdo de ese dolor continuo de lumbar que paso a ser un recuerdo. He corregido mi postura y fortalecido todo mi cuerpo. Estoy muy contenta. Muchas gracias Pilar por siempre por todo y por lo que hace por cada uno de nosotros.
De las mejores cosas qu me han pasado es haber conocido tus clases.
MUCHÍSIMAS GRACIAS. NAMASTE